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Pablo San Nicasio es un tipo difícil de definir. Tiene pinta de chico duro y cuando se sube a la cuerda de su guitarra te desarma a golpes de suavidad. Y cuando te crees que te va a ofrecer un repertorio flamenco habitual, va y te sorprende con piezas clásicas que no sabes de dónde ha sacado, pero que te resuenan dentro como si llevasen toda la vida dormidas en tu estómago.
Y en estas que le da vueltas a la cabeza y se pone a parir el primer festival de guitarra flamenca de Madrid.
Y luego va y escribe. Y se saca de la manga un portal flamenco y CHULO (chalaura.com) y un libro que, si no lo es ya, terminará convirtiéndose en la referencia de los locos de la guitarra: Contra las cuerdas (Óscar Herrero Ediciones), que en breve llegará a las librerías con su segundo volumen.
¿Qué es Contra las cuerdas?
Lo mínimo que debía hacer. Homenajear a los grandes del toque flamenco de este tiempo que me brindaron su tiempo y enseñanzas entrevistándoles. No se acuerda de ellos ni el Tato y son la música de España.
¿Por qué este homenaje a los maestros de la guitarra?
Necesidad y deber de divulgar algo que le interesa a mucha gente. Y de paso aprendo muchas cosas.
¿Cuándo y por qué cogiste una guitarra por primera vez?
Mis padres me apuntaron a guitarra y yo, bueno, se ve que era todavía bastante obediente…
¿Y por qué decidiste estudiar periodismo?
Ahí estaba ya en la época rebelde… y bastante perdido, es evidente. Pero ya que uno se mete en líos… había que acabar lo que se empieza.
¿En qué complementa la escritura a la música y viceversa, para ti?
En nada. Son dos disciplinas totalmente diferentes y, en mi opinión, sin ensamblaje posible entre ellas. La guitarra exige estar bien en un momento preciso y sin posible defensa o atajo. La escritura tiene muchos. Además, para mi escribir es como hablar. No me pongo nervioso, me libera de las tensiones de la guitarra. Tocando la guitarra me descompongo vivo, y eso que no soy ni un genio ni famoso.
Después de Paco de Lucía, ¿naide?
Mi referente guitarrístico no es Paco de Lucía, es Manolo Sanlúcar. Paco de Lucía es el mejor guitarrista de la Historia, y mi Dios, un ser inalcanzable en lo musical. Pero me identifico con la humanidad genial de Manolo Sanlúcar, su concepto. Mis referentes personales son otros.
Madrid fue una gran cuna de flamencos. ¿Lo sigue siendo? ¿Cómo calificarías ahora mismo el nivel del flamenco en Madrid?
Madrid más que cuna fue sede y casa de flamencos, fue la ciudad que mejor les trató. Ahora les da menos trabajo, por eso muchos se han ido. Pero volverán. En eso tenemos que trabajar entre todos los aficionados.
¿Qué nombres propios del flamenco madrileño deberíamos tener en cuenta?
Hablo de los guitarristas, que son siempre los olvidados: Serranito, la escuela de Caño Roto, Oscar Herrero (que aunque es de Tomelloso es casi madrileño), los flamencos del Rastro… aquí hay mucho talento más valorado fuera que dentro.
¿El mejor lugar donde escuchar flamenco en Madrid?
El mejor flamenco en vivo se ve en los teatros cuando se programa. También se escucha buen flamenco en casa de mi querido amigo y maestro Romualdo Molina, que tiene el mejor archivo que conozco. La época de los tablaos y colmaos cañeros creo que pasó, pero es posible que resurja tal y como está todo…
Si la actualidad fuese un palo del flamenco, sería…
Seguiriyas playeras o saetas camino del calvario.
¿Guitarra clásica o flamenca?
Guitarra española. La guitarra es el sonido de este país.
Si te pierdes en Madrid, ¿dónde habría que buscarte?
En mi sofá rojo de piel. Viendo la tele o tocando (la guitarra).
Texto: Noelia Jiménez
Fotos: Javier Arroyo
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