Xavier Bosch: “Abrir un libro es dar sentido a la propia vida”

3 junio 2015

Mujer leyendo un libro. PicJumbo vida Madrid a tu estilo

Una madre abnegada y una pasión clandestina. En principio ambos ingredientes no parecen maridar demasiado bien. Pero, ¿por qué pensar que las madres no han podido ser amantes? ¿Por qué negarles la posibilidad de amar, de amar con la piel, con el cuerpo, más allá del marido que duerme junto a ellas cada noche? ¿Y si el hombre de la vida de tu madre no fuese precisamente aquel a quien prometió amor eterno?

Es la historia de Gina y Paulina. Hija y madre. Separadas por la muerte prematura de la segunda y unidas por un amor prohibido que, con el paso del tiempo, revive gracias al empeño de la hija.

Es la historia de Alguien como tú (Ed. Planeta), de Xavier Bosch, galardonada con el Premio Ramon Llull 2015 a la mejor novela escrita en catalán. Así lo explica su autor: “La hija es el motor de la historia. Ella se da cuenta de cómo olía su madre, de qué pensaba, de qué le hacía reír… indaga qué era y se da cuenta de que durante el escaso tiempo que duró su amor prohibido con un galerista parisino fue más feliz que en toda su vida”.

 

¿La novela reivindica el derecho a cometer locuras de las madres abnegadas?

Alguien como tú quiere reivindicar el amor como la gran palanca que mueve el mundo, como la gran ilusión de nuestra vida… y, a partir de ahí, que lo viva quien quiera.

 

La historia comienza en una biblioteca, se desencadena por un libro… ¿Es un homenaje a la propia literatura?

Las librerías son el lugar más bonito del mundo. Cojas el lomo de cualquier libro que cojas está todo ahí… el paso del tiempo, las explicaciones científicas, fotografía, arquitectura… Quería hacer este homenaje pensando que los libros cada vez se leen menos: en 2014 se cerraron dos librerías al día, más de 700 en España y me parece un auténtico drama. Para mí abrir un libro es descubrir nuevos mundos, vivir otras vidas y en muchas ocasiones dar sentido a la propia.

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¿Cómo ha sido el proceso para ponerse en la piel de dos mujeres, siendo hombre?

Los autores tenemos que ponernos en la piel de los personajes que creamos, ya sea un deportista de elite o un asesino en serie. De hecho, me resulta mucho más difícil identificarme con un asesino en serie que con mujeres que he conocido y con las que he convivido durante mucho tiempo.

 

Pero, después de haber escrito novelas sobre corrupción, permítame pensar que escribir sobre amor habrá sido… digamos, difícil.

Sí, era un reto: en mis anteriores novelas se trataba el mundo del periodismo, la corrupción, eran historias muy masculinas… Pero ahora quería sorprender… y por las reacciones de mis lectores creo que no se me ha dado mal.

 

¿Por qué hablar de amor en tiempos en los que hace falta más que nunca un Dani Santana, su gran personaje detectivesco, que ponga las cartas boca arriba?

Para sorprender al lector y a la vez demostrarme a mí mismo que no era autor de un solo personaje. Tenía necesidad de comprobar que podía hacer otras cosas y creí que en estos tiempos de incertidumbre, crisis económica y de valores, de volver a repartir la baraja de la sociedad con el poder… había que volver a alguna certeza y creo que tenemos dos muy próximas: la cultura y el amor. Estamos rodeados de cultura en nuestras vidas: películas, libros, teatro… y en cambio a menudo los telediarios nos hacen creer que en la vida es todo política. Sin embargo, la vida depende más de la cultura que de la política.

 

Gina reconstruye la historia de amor de su madre por sus cartas. ¿Imagina una relación reconstruida a base de WhatsApps?

Bueno, ha habido muchos matrimonios que se han ido al traste por culpa de ese invento… Seguro que habrá novelas y pelis de historias de amor reconstruidas por WhatsApp. Todo depende de la evolución. En mi propia novela se ve cómo en el 81 en Francia pagaban en francos y ahora pagamos con euros… Todo evoluciona y eso tiene su reflejo en las historias que escribimos.

 

“Siempre es más tarde de lo que pensamos”, afirma. ¿Alguna vez se le ha hecho demasiado tarde?

Esa frase es la moraleja final, el carpe diem famoso, aprovechar el momento. Roosevelt decía que el ayer es historia, el mañana es un misterio, y el hoy es un regalo… así que hay que aprovecharlo porque sí. Alguna vez me ha sucedido que se me ha hecho demasiado tarde, claro… porque ya no he podido realizar algo que me habría gustado, pero intento que no me suceda.

 

También afirma que “debemos arriesgar”. ¿Qué es lo más arriesgado que ha hecho hasta ahora?

Dejar dos trabajos. En esta última ocasión era director del diario Avui y decidí que no era feliz porque no me sentía a gusto, así que lo dejé y me fui a casa. Estuve nueve meses pensando qué quería… y de pronto escribí una novela que cambió mi vida. Podría decir que me ha salido bien la jugada.

 

¿Y lo más arriesgado que ha hecho por amor?

He cometido locuras, como todos, pero más de juventud que de mayor. Por ejemplo atravesar fronteras, coger el coche y pegarte 2.000 km para ver a alguien unas pocas horas. Pero eso es historia.

 

Por volver al homenaje a las librerías, dígame, ¿sus preferidas?

En París, Shakespeare and Company, a 50 metros de Notre Dame, donde Jean Pierre seduce a Paulina. En Barcelona, mi ciudad, La Central de la calle Mallorca, entre Rambla de Catalunya y Balmes, porque saben mucho de libros, te aconsejan muy bien, y además me gusta la pequeña cafetería que tiene arriba. Digamos que son lugares con mucho arte.

 

ALGUIEN COMO TÚ
Xavier Bosch
Ed. Planeta (caseta 251)
352 págs.
21,50 euros

 

Texto: Noelia Jiménez

Foto destacada: picjumbo



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