Aunque nunca llueva a gusto de todos, el otoño en Madrid ya se ha hecho notar …
11.000 productos de lujo con rebajas permanentes del 80%. Prendas vintage, piezas icónicas y nuevos diseñadores. Joyas cazadas al vuelo en boutiques vintage de toda Europa. Es Favcorner, la apuesta por la exclusividad de reestreno.
Beatriz Bermejo es una de las responsables de Favcorner. Experta en comercio electrónico y amante del mundo vintage, decidió unir ambas facetas en una aventura de emprendimiento. El objetivo: poder comprar moda de primeras firmas a un precio menos prohibitivo del que supone estrenarlas y dar la oportunidad a las dueñas de armarios de etiqueta de deshacerse de aquello que no usan y, de paso, rentabilizar compras pasadas.
Un año después de lanzar Favcorner, Beatriz ya no sabe si vive en Madrid (de donde es), en Barcelona (donde ubicó la empresa) o en Italia (donde acaban de aterrizar). Podría decirse que ella y su equipo (todas caras visibles femeninas) nunca salen del armario, porque es allí, en los armarios ajenos, en los de las grandes tiendas vintage y en los de nuevos diseñadores, donde encuentran el producto que aparece en el escaparate de Favcorner.
El control de calidad es una de las claves de Favcorner: «todos los productos que llegan a través de la opción de venta son revisados minuciosamente por nuestro equipo», asegura Beatriz. Y si todos son como la muestra que presentaron ante la prensa, a fe que costaría distinguirlos de los nuevos.
La segunda clave es convertir Favcorner en algo más que una plataforma de compraventa: wishlists, córners solidarios y propuestas de distintos looks abren la web al juego de la moda y la convierten en una propuesta de ocio fashionista.
¿Un pero? ¿Hasta qué punto Zara, Mango o Divina Providencia pueden considerarse firmas de lujo? ¿Y de qué marca son los artículos que aparecen sin marca?
El pro, pero pro, pro, es su oferta de bolsos. Vuitton, Carolina Herrera, Pucci, Miu Miu, Prada, Gucci… casi (y a veces sin casi) nuevos y a menos de la mitad de su precio original.
Texto: Noelia Jiménez
Fotos: Javier Arroyo Atelier Fotográfico
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