Cómo celebrar una Navidad gastro (y no morir sobre la báscula)

22 diciembre 2017

Todos los años la misma cantinela. Oh, gorda Navidad. O sea, cuatro o cinco kilos de más sobre la báscula cuando llega el 7 de enero. Comidas y cenas familiares, comidas y cenas de empresa, brindis con amigos (y hasta con enemigos)… y el resultado es una lorza de regalo para flotar sobre los números rojos de principio de año con facilidad.

En Madrid a tu estilo somos muy cuquis y nos hemos comprado ropa ajustada después de adelgazar unos kilitos desde verano, así que no estamos dispuestos a perder nuestra línea (semicurva). Por eso hemos consultado a Belinda Santos, nutricionista de Diet Alba, para saber cómo celebrar una Navidad gastro y no morir sobre la báscula.

 

¿Cómo podemos ahorrarnos calorías de más en las comidas y cenas navideñas?

Lo más importante es elegir sólo lo que más nos guste y reducir las raciones. Normalmente son cenas y comidas con mucha variedad de platos y la tendencia suele ser «hay que probar de todo» y a veces hay cosas que ni siquiera nos entusiasman pero que aun así comemos y de paso ingerimos una buena cantidad de calorías sin disfrutarlas.

Cuando existe una tendencia a coger peso, y eso no va a desaparecer por muchas dietas que se hagan: lo que debemos aprender para conseguir mantener el peso saludable y salir airosos de las navidades o cualquier periodo festivo, es a dedicar las calorías extra que vamos a consumir a cosas que realmente nos vayan a aportar gran satisfacción y tomar cantidades pequeñas, valorando más el placer de ese bocado que ir a la ingesta masiva que a veces ya no nos deja ni saborear lo que comemos.

Como es casi imposible separar las celebraciones de comida y placer y hay un buena carga del componente emocional, no podemos prescindir de todo pero sí podemos quitar cosas en esos días en los que las calorías se disparan, como el acompañamiento excesivo de salsas, el pan y limitar el consumo de alcohol y dulces a lo mínimo o si es posible porque no somos muy golosos, eliminarlo del todo.

 

Si vamos a preparar nosotros la cena, ¿qué platos podemos elegir para pecar lo justo sin renunciar al sabor?

Si no toca a nosotros meternos en la cocina, posiblemente podamos conseguir una cena o comida riquísima sin que los invitados noten que es ligera. Claro que cargaremos un poco más de lo habitual la cuenta calórica, pero algún ahorro seguro que hacemos.

En nuestras sugerencias DietAlba de este año hemos hecho a nuestros pacientes la siguiente propuesta con tres entrantes, un plato principal y un postre ligero.

Como entrantes proponemos ensalada de granada y langostinos, pastelitos de salmón con espinacas y tartaletas de pollo con mango y pimiento con tres salsas para acompañar, vinagreta de granada, salsa de yogur de soja y mostaza y crema de mango y queso fresco.

Además casi todo se puede quedar preparado para no tener que hacerlo todo a última hora.

Como plato principal recomendamos elegir entre lubina rellena de setas y gambas, pavo relleno de manzana reineta y puerro o chuletitas de cordero con salsa de frutos rojos.

Como postre nos decantamos por manzanas reinetas asadas con sirope de agave y chocolate o brochetas de piña y caqui

La idea principal para reducir las calorías es incluir verduras o ensaladas en los platos, disminuir lo máximo posible el aceite y “adornar” con salsas ligeras que nos hagan disfrutar con poca grasa.

Además de nuestra propuesta en estas fechas es muy habitual incluir mariscos que no aportan muchas calorías siempre que no los bañemos en mayonesa o salsas hipercalóricas. Unas almejas al vapor con especias o zumo de cítricos o con una salsa verde ligera o marisco cocido o a la plancha pueden complementar estupendamente nuestra mesa y dejar a todo el mundo satisfecho.

Una vez más hay que insistir en la idea del sabor frente a la cantidad o la comida grasa o harinosa.

¿Qué bebidas hemos de evitar a toda costa?

Cócteles y licores dulces que suelen ser habituales después de las comidas o cenas para alargar la sobremesa. Todas estas bebidas, además de las calorías aportadas por el alcohol, tienen gran cantidad de azúcar de la que además no somos conscientes que estamos ingiriendo y que en ocasiones puede superar los 30g. de azúcar por bebida. ¿Te imaginas lo que sería poner esa cantidad en un platito y comértela a cucharadas? Nadie lo haría, sin embargo de estas bebidas, sobre todo si son las versiones sin alcohol, incluso repetimos varias veces.

El resto de las bebidas también nos aportan muchas calorías y la norma es disminuir la cantidad, igual que con la comida, aprender a elegir y disminuir la cantidad es la idea a repetir.

También hay que destacar que a veces interpretamos que un sabor amargo como pueda ser la tónica no lleva calorías ni azúcares, cuando la realidad es que tiene tantas como si tomásemos cualquier otro refresco, así que cuidado con el número de gin tonics…

 

Hay muchas familias que apuestan por la piña como postre. ¿Es recomendable?

La fruta siempre es mejor opción como postre que cualquier otra cosa con más cantidad de azúcar y/o harinas. Además la piña tiene enzima bromelina que es una enzima que ayuda a digerir las proteínas, con lo cual sería una buena opción.

Problema: la mayor cantidad de enzimas se encuentra en el tallo de la piña, la parte dura que solemos quitar y además no usamos estos postre de frutas “en lugar de” si no “además de” y a veces incorporándolos más azúcar.

Si la usamos como postre único y sin añadirle azúcares, es una opción perfecta. Si después vamos a continuar con turrones, mazapanes, bombones y/o polvorones, no representa ninguna ventaja calórica, excepto que habremos incluido más cantidad de vitaminas y fibra y eso sí es conveniente.

 

Como parece inevitable pasarse, ¿qué rituales detox podemos seguir el día después?

Aunque en DietAlba no creemos demasiado en los días “detox” porque tratamos de trabajar la “normalización” de la comida, es cierto que cuando hemos cometido excesos el rebajar las calorías los días siguientes puede ser una buena idea, pero no solo eso, aumentar el gasto mediante el ejercicio es la mejor opción para empezar a quemar lo acumulado.

Por lo tanto la recomendación sería, al día siguiente hacer una hora de deporte o si no estamos habituados al ejercicio hacer una caminata rápida de al menos una hora.

También deberíamos incluir mucha verdura y caldos de verduras que apenas aportan calorías y sí una gran fuente de vitaminas, minerales y fibra. Por ejemplo una crema de espinacas y puerro o de calabacín y apio, sin apenas aceite son una opción ligerísima y que dejará sensación de saciedad. Como hacer un día solo con verduras puede resultar excesivamente duro para algunas personas, se puede complementar con pescado blanco al horno y también con guarnición de verduras asadas o ensalada.

En resumen, aumentar el ejercicio, muchas verduras y pescados sin grasa. Pero usando especias o condimentos que no nos haga parecer que estamos haciendo un castigo. Comer sano no tiene que significar sin sabor ni aburrido.



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