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Llegados los primeros calores, no hay día que no nos asalten noticias sobre la temida Operación Biquini. Quienes nacimos con kilos de más y debimos comer alcachofas antes que potitos, esto es algo así como un fantasma que acecha, con sus garras en forma de báscula, y amenaza con ahogarte en cinta métrica.
Después de probar decenas de dietas, superdietas y dietas milagro, a veces caes en la cuenta de que, más que un nutricionista, necesitas un ángel de la guarda. Y eso es lo que me llama la atención de DietAlba, una nueva propuesta que combina los menús personalizados con seguimiento de la actividad física y el coaching nutricional online.
Belinda Santos, especialista en dietética y nutrición de DietAlba, asegura que «cuando hablamos de dietas, habitualmente, es algo que empieza y acaba. DietAlba marca una diferencia: es una manera de comer, que generalmente se inicia queriendo perder peso y va evolucionando a una forma de organizar tus menús, tu lista de la compra hasta conseguir unos hábitos de vida saludables, que no sólo incluyen la alimentación, sino que vamos más allá para motivar a una vida más activa.
El enfoque que damos es de “normalizar” el cambio de alimentación proponiendo alternativas apetitosas a la típica ensalada y el pollo a la plancha y enseñar al paciente que hay cambios a largo plazo que tiene que mantener para poder estabilizar el resultado conseguido y trabajamos en ello desde el primer día, no cuando se ha acabado la pérdida de peso y ya no podemos “enseñarles a comer”, frase que nos dicen muchos de nuestros pacientes y de la que nos sentimos orgullosos.
Aun así, qué duda cabe, que al principio si el objetivo es perder peso hay que hacer renuncias y eso implica un esfuerzo».
Combináis nutrición y actividad. ¿Es imposible adelgazar sin hacer ejercicio? ¿Y de qué tipo de ejercicio hablamos? (Lo digo por los vagos como yo).
Sí se puede adelgazar sin hacer ejercicio. Pero como te he dicho antes, desde DietAlba queremos educar en hábitos de vida saludables.
La mayoría de nuestros pacientes no son deportistas, les cuesta ya no solo plantearse una rutina de ir al gimnasio, sino siquiera el salir a caminar 30 ó 40 minutos al día. La excusa más habitual, la falta de tiempo; la realidad, la pereza. Por eso precisamente complementamos nuestro método DietAlba con nuestras pulseras de actividad, con lo que pretendemos darles un plus de información y motivación. Por una parte pueden ver gráficamente su gasto sin actividad física y lo que aumenta cuando hacen algo de ejercicio. Por otra parte algunas personas piensan que por andar una hora se pueden merendar unas tortitas o cenar una hamburguesa, y el tener la información concreta del gasto de las actividades, les hace ser más conscientes, siempre les decimos que cuánto más información tengan mejor tomarán las decisiones de su alimentación.
El cambio a una vida saludable implica también un cambio de costumbres, que incluyen la actividad física. Motivamos a las personas para incorporar el ejercicio a su rutina y en el medio plazo mantener el peso será más fácil. El tipo de ejercicio a incorporar y mantener dependerá de la edad y condiciones físicas y sociales de cada persona.
Dais recetas a medida. ¿El índice de fracaso de la dieta aumenta proporcionalmente con el aburrimiento de no comer algo apetecible?
No solamente aumenta el índice de fracaso con el aburrimiento, también disminuye las probabilidades de mantener los cambios a largo plazo. Además no podemos olvidar otro motivo que hemos detectado para el abandono de los cambios en la alimentación y es la falta de tiempo para organizarse y pensar los menús y la compra, pudiendo compatibilizarlo con la vida familiar y/o social.
Desde DietAlba ayudamos a superar esos obstáculos porque tenemos gran variedad de recetas, no solamente por la diversidad de gustos, sino porque hay mucha gente que tampoco sabe o que no le gusta cocinar. También para esas personas tenemos recetas sencillas pero que les descubre nuevas posibilidades y en la aplicación hemos tenido en cuenta la opción de que puedan cambiar un plato concreto por otro de características parecidas pero que les guste más.
Además contamos con la posibilidad de ayudar a nuestros pacientes no sólo con consultas presenciales, sino que además contamos con la posibilidad de hacer consulta on-line y coaching nutricional a través de chat.
¿Y dónde está el misterio de la combinación de alimentos que adelgaza?
No hay ningún misterio. Utilizamos el conocimiento y la experiencia. Somos nutricionistas titulados con mucha experiencia. Nos dedicamos a la nutrición desde hace años y hemos tenido gran éxito aplicando nuestro método DietAlba con los pacientes presenciales. Con la aplicación y las pulseras de actividad cubrimos las necesidades que hemos detectado en nuestros pacientes que normalmente son falta de tiempo y motivación y que muchas veces son la causa de abandonar o no iniciar un plan de nutrición.
El método funciona porque no hacemos cosas raras, hablamos con el paciente, valoramos lo que necesita y pautamos una dieta adaptada a sus necesidades y gracias a la tecnología hemos desarrollado nuestra app DietAlba para que les sea más fácil llevarlos a cabo.
Normalmente al principio el objetivo principal del paciente es bajar peso y por tanto nosotros también le damos prioridad y dentro de la aplicación disponen de un chat directo con un nutricionista que les ayuda a mantener en mente el objetivo y a consultar las dudas que puedan surgir.
Pero si hay algún “truco” es escuchar al paciente, si alguien te dice que sin una copa de vino o sin una onza de chocolate no va a poder seguir la dieta, pues tratamos de pactar algo que pueda seguir y al final va a ser mejor eso a que no haga ningún cambio y continúe con sobrepeso y obesidad. Aunque tengo que reconocer que siempre tratamos de convencerles de dejar esos hábitos para algo muy ocasional.
¿Puede ser compatible una dieta con la vida social?
Sí, es compatible. Pero como imaginas, nada es gratis. Hay que enseñar a cada persona la forma adecuada de hacerlo para su caso. Además, recuerda que nuestro objetivo es educar en la creación de hábitos para llevar una vida sana y eso, por supuesto, incluye la vida social.
Nosotros diferenciamos dos grandes grupos de pacientes. Primero, los que no tienen tendencia genética al sobrepeso y obesidad, nunca han tenido que controlar la alimentación y normalmente vienen porque están notando cambios ligeros en el peso y quieren volver a su índice habitual. En estos casos, la fase de perder peso puede ser más suave y una vez que lo han perdido no les cuesta mantenerlo con unos pocos cambios permanentes en las pautas entre semana y la vida social suele continuar sin cambios, aunque la mayor parte de las veces por ellos mismos renuncian a cosas innecesarias desde el punto de vista nutricional y que descubren que no les resultan imprescindibles.
El segundo grupo son los que llevan luchando con el peso desde niños o adolescentes y que a duras penas logran mantener los resultados de su última “dieta”. Estos casos son más difíciles porque el cambio que hay que enseñar es que la obesidad es una patología, que se tiene incluso aunque se esté en fase de peso saludable, pero la tendencia existe siempre.
Por lo tanto hay que ser muy claros desde el principio y el cambio no es hacia “hago dieta de lunes a viernes y el fin de semana como lo que quiero”. Si lo planteamos así será complicado que mantengan la pérdida a largo plazo. Pero esto no implica que no se pueda tener vida social, solo que hay que adaptarla a las condiciones metabólicas de cada persona, establecer los “imprescindibles” y pautar las frecuencias y las cantidades. En eso cada persona es diferente y nuestro trabajo es enseñarles a descubrir sus límites y proponerles alternativas que cubran el lado emocional de la alimentación.
Vuestros precios son súper competitivos. ¿Dónde está la clave para conseguirlo?
Los precios son distintos en los planes online y en los presenciales y en ambos tenemos precios competitivos porque nuestro objetivo como empresa no ha sido maximizar el beneficio. Buscamos dar a conocer la metodología y establecerla como forma de divulgar una nutrición saludable y hacerla accesible para todo el mundo.
Ponte en mi caso: llevo desde los seis años haciendo dietas varias (o sea, más de treinta años sufriendo sobre la báscula) y no hay manera de mantener la delgadez sin pasar hambre. ¿Qué me puede estar fallando?
¿Pasar hambre? Es la peor manera de adelgazar, y generalmente la que más rebote tiene porque vas a generar compulsión y mala relación con los alimentos. Una cosa es pasar hambre y otra cosa que te apetezca comer cosas que te gustan y consideras que “engordan”. Muchos de nuestros pacientes descubren que pueden comer cosas que tenían desterradas pero ajustando por supuesto a cada persona y fase del método.
Hambre no se pasa porque las cantidades que ponemos en las recetas son muy grandes, más de una persona no se lo pueden acabar. Y cuando tienes el estómago lleno, la mayor parte de la gente es capaz de controlar las “apetencias” sobre todo si lo que has comido te ha gustado, como así suele ocurrir.
Texto: Noelia Jiménez (@njimenez79)
Fotos: Unsplash
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