Madrid, capital del vermú

Pocas bebidas hay tan madrileñas como un buen vermú. Y pocos eventos tan indicados para degustar los mejores vermús como Las 12 Horas del Vermut, que este año cumplía su tercera edición.

El Hotel Miguel Ángel by Blue Bay fue, un año más, el punto de encuentro de la comunidad del vermú en Madrid. Con una cata (a ciegas) – concurso abría este año la III Edición de Las 12 Horas del Vermut. A las doce se daban cita los paladares de expertos y aficionados del vermú para conocer los mejores valorados en esta edición. Entre ellos, periodistas gastronómicos, sumilleres, críticos e influencers degustaron y puntuaron un total de 45 referencias.

Las cinco categorías en las que se dividió el concurso fueron las siguientes: Vermut Rojo, cuya primera posición fue para el vermut Miró Rojo; Vermut Rosado, cuyo primer puesto fue para Vermut Cocchi Rosa; Vermut Blanco, que alcanzó la primera posición el Vermut Zecchini Bianco; Vermut Especial, que otorgó su primera posición al Vermut Arlini al Enebro, y la categoría Reserva, cuyo primer puesto fue para el Vermut Miró “Etiqueta Negra”.

A las seis de la tarde comenzaba la segunda edición de speedtasting. Una mesa conformada por influencers de estilo de vida y el vermú escuchaban atentos y difundían en sus redes lo que, durante solo cinco minutos, cada representante de bodega les contaba de su vermut. Una experiencia frenética y muy emocionante en la que los responsables exprimían su tiempo con pasión.

Los asistentes disfrutaron de una jornada repleta de vermú, en la que cada casa (Vermut Amillo, Giulio Cocchi, Vermut Carpano, Mascaró, Vermut Nordesía, Bodegas Sauci, Cherubino Valsangiacomo, El Bandarra, González Byass, Vermut Corito, St. Petroni, Vermut Arlini, Vermut Graciani, Vermut Sa Concha, Vermuka, Bodegas Valdovinos, Vermut Golfo, Vermut Zarro, Vermut Miró, Vermut Zecchini e Yzaguirre) ofreció degustaciones de sus referencias estrella durante todo el evento.

La cristalería de Spiegelau fue protagonista en esta tercera edición como patrocinador principal, pues sus vasos se llenaron de vermús y momentos inolvidables.