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Paco León Lerma – Director | Coach de Lionship
Un nuevo curso escolar, un nuevo curso político, un nuevo proyecto, ¡una nueva revista!
Sí, creo firmemente en que en esta vida siempre hay un momento de empezar algo distinto, algo que me emocione, algo que me invite a descubrir cosas nuevas, algo que me saque de la zona de confort. En esta sección voy a invitar al emprendedor que llevas dentro a que a través de la reflexión explore las enormes capacidades con las que cuentas para liderar tu negocio, tu vida, y dejes de poner en manos de otros la responsabilidad del día a día.
Es común en nuestra sociedad (y esto es una creencia mía) que lo nuevo genere un poco de miedo, de incertidumbre, de ilusión, es decir, una mezcla de emociones. Y de eso se trata esto que llamamos emprendimiento o crear nuevos negocios. Se trata de gestionar todas las emociones para que el pequeño porcentaje de miedo que me mantiene alerta sea eso, un pequeño porcentaje y que no se convierta en parálisis o pánico. También se trata de que la alegría y la ilusión alcancen su equilibrio, es decir, que no nos lleven a la euforia, ya que puede ser que nos dejemos algo importante el camino al tener todos los sentidos obnubilados por los destellos de la pasión. Cómo no, hemos de evitar que el enfado ante los primeros contratiempos de esta nueva etapa nos envíe a estados de frustración que no nos permitan aprender de esas primeras decepciones.
Sin grandes pretensiones voy a compartir con cada uno de vosotros tres claves que te permitirán sonreír al nuevo curso que comienza:
- Levántate cada mañana y piensa en algo que puedas hacer distinto durante el día que no hayas hecho antes (puede ser cualquier cosa, desde entrar al coche por la puerta del copiloto a desayunar en el baño). Estoy seguro de que esa acción te abrirá nuevas perspectivas.
- Elige un momento del día para pararte y observar alrededor. Haz todo lo posible por no pensar, tan solo deja que tus sentidos trabajen. Disfruta todo lo que ves, todo lo que oyes, todo lo que tocas, todo lo que hueles y, si puedes, todo lo que comes. Estoy seguro de que esos minutos descubrirás algo nuevo en ti y en tu entorno de lo que no habías tomado conciencia hasta ahora.
- Mira a los ojos y sonríe al menos a un par de personas cada día con las que te cruces en tu trabajo, en tu medio de transporte, en la compra, en el gimnasio… Preferiblemente a personas que no conozcas. La energía que provocarás al mover los 7, 17 ó 34 músculos faciales (no hay acuerdo universal, pero no importa, no es esa la cuestión) te pondrá las pilas.
Te aseguro que si haces esto todos los días, tendrás motivos para sonreírle al nuevo reto al que te enfrentes.
Seguiremos en contacto. No dejes que los demás lideren tu vida.
Foto: High School Sucks, Bekah, vía Flickr.
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