Suelen estar en las cartas de casi todos los restaurantes y ciertamente apetecen todo el …
Ha llegado el día, por fin, hoy es el día de ir a la pradera, vestidos de chulapas y chulapos con el mantel de cuadros y la cesta de comida… ¡es San Isidro! Y por supuesto no pueden faltar las típiquisimas rosquillas que cientos de golosos ansían catar durante estas fiestas. Y es que las hay para todos los gustos… las listas, las tontas, las francesas y las de Santa Clara. Dejémonos de rechazar los dulces y a disfrutar de estas delicias hechas especialmente para nuestro paladar.
Aunque estos días las vayáis a encontrar en todas partes, os hacemos el trabajo más fácil y os confesamos algunos de los mejores lugares donde comprarlas.
Estas son nuestros favoritos…
Esta pastelería se caracteriza por aunar lo novedoso con lo tradicional y hacerte degustar sabores de otro mundo, solo con ver sus rosquillas gourmet se nos hace la boca agua…
Los encontraréis en la Calle Narváez, 63.
Esta deliciosa pastelería artesana tiene abiertas sus puertas por todo Madrid, y por algo será, tradición y el mejor sabor… Mmm… Además de las rosquillas recomendamos sus palmeras de chocolate artesanas con chocolate fondant, una delicia.
C/ Galileo, 59. C/ Marroquina, 100. C/Antonio López, 150. Avda. del mediterraneo, 43. etc.
3. MIGA BAKERY
Lo tradicional y artesanal llevado a la exquisitez, y no solo por las cosas tan ricas que hacen, es un lugar precioso y acogedor para estar.
Calle Julián Romea, 8.
4. GRANIER
El amor es la receta de esta cadena que aunque no para de crecer no repara en detalle ni en calidad. ¡Nos encanta! También es un lugar genial para desayunar.
5. DONATTA
En el maravilloso barrio Salamanca se encuentra esta discreta a la vez que deliciosa pastelería, Donatta.
C/Ortega y Gasset, 55.
6. UVEPAN
Cuidadosa con su diseño y con sus recetas… ¡Qué rico está todo! Está por todo Madrid, busca la más cercana a ti en su web.
7. MALLORCA
No podía faltar la mítica de las deliciosas pastelerías madrileñas. Elaborando cosas ricas desde 1931…
Solo nos queda decir… ¡que aproveche!, y ¡feliz San Isidro!