Ya, ya sé que el otro día declaramos nuestra particular guerra a San Valentín, pero …
Cuando una mujer que se ha pateado medio mundo te dice que el mejor telar que ha visto está en Tánger, la tienes que creer. Porque ha visto muchos. De muchas clases. Y cuando apuesta su dinero para traer a España textil hecho a mano precisamente en telares tradicionales de Tánger, la crees más aún. La mujer en cuestión es Raquel Sánchez Silva y su apuesta se llama Baraka.
«Los textiles aportan vida a las casas y me he dado cuenta de que han de ser perdurables y únicos -explica Raquel Sánchez Silva-. Por eso cuando vi los textiles que tenía Pedro, mi socio, en su casa de Tánger, me di cuenta de que quería traerlo a España y hacerlo accesible para cualquier persona que quiera tener piezas con estilo, personalidad y calidad en su casa«.
100% algodón. Y colores básicos, que no desentonan en ninguna casa. Algún diseño propio (rayas, borlas, topos). Pero todo sencillo. Es la clave de Baraka. Y también la personalización: «Si un cliente quiere una tela especial para forrar un sofá, por ejemplo, podemos hacérselo a medida. Y sabe que es SU tela, que se ha hecho exclusivamente para él o ella», cuenta Raquel.
Colchas, toallas, cojines e incluso muebles (descalzadoras, sillones, pufs). Es la línea de Baraka, con precios que oscilan entre los 20 euros de una toalla y los 420 de la descalzadora. Porque la calidad no es barata, pero «queremos que sea accesible a todos los bolsillos, que todo el que quiera tener una pieza única y especial pueda disponer de ella», concluye Raquel Sánchez Silva.
Texto: Noelia Jiménez.
Fotos: Javier Arroyo Atelier Fotográfico.