¿Qué tiene de especial un retrete? ¿Una sala de espera? ¿Los pisapapeles? ¿Los filamentos de …
Nos encantan las fotos de amaneceres. Dan buen rollo. La gente las sube a las redes sociales con una frase bonita y… voilá!, empiezan a subir los «Me gusta» a tutiplén. Pero la oportunidad que brinda cada nuevo amanecer tiene un requisito para disfrutarla: tener los ojos bien abiertos. Como los protagonistas de nuestro libro de hoy.
Felipe y Amparo son los ejes de la historia de Solo amanece si estás despierto, la nueva novela de José Luis Rodríguez del Corral (Ed. Siruela), que los describe como «dos náufragos que se encuentran en la isla de una azotea».
El título es una declaración de intenciones. ¿Qué te llevó a elegirlo?
La frase es un resumen de una cita que aparece en «Walden, la vida en los bosques», de Thoreau, y que viene a decir que los días amanecen cuando uno está dispuesto a vivirlos con una voluntad distinta al anterior… lo cual resulta en ocasiones dificilísimo.
Felipe, uno de los protagonistas, encarna el drama de muchos hombres españoles en la actualidad: un hombre arruinado que a los cincuenta años tiene que renunciar a su independencia para volver a casa de su madre. ¿Por qué lo elegiste?
El curso natural de la vida lleva a que los hijos sean quienes, a una cierta edad, se ocupen de los padres. Sin embargo, la situación actual ha hecho que se invierta este ciclo y que sean los padres los que, ya en su ancianidad, vuelvan a tener que cuidar de los hijos y a compartir con ellos su exigua pensión. Es un drama para muchísimas personas en este país y quería retratarlo en mi novela: personas que a partir de los cincuenta pierden su empleo, incluso cuando han tenido carreras exitosas. A todos nos toca de cerca y conocemos algún caso.
Amparo, la otra protagonista de la novela, intentó suicidarse. El suicidio es un tabú pero da juego…
El suicidio también es algo más común de lo que parece. En nuestro país se suicida más gente de la que muere en accidentes de tráfico. En el fondo lo que me interesa de esta circunstancia es el drama de decidir si vives o mueres, porque hay momentos en que te planteas si estás viviendo de verdad, y ese es el auténtico fondo de la novela.
Vivimos un auge de novelas optimistas. ¿Es el resultado positivo de la crisis o es que la desgracia saca lo mejor de cada uno?
En lo más duro de la vida se crece y se aprende. Los grandes literatos nacen del esfuerzo y de la dificultad. Pero, en cualquier caso, esta novela tiene un fondo optimista pero habla de personajes que parten de un estado mísero y que, de pronto, ven una pequeña semilla de felicidad y piensan: “No, no nos vamos a morir. Vamos a seguir luchando”. Eso es lo que quiero transmitir, la capacidad de seguir adelante aunque todo parezca oscuro.
Fuiste fundador de La Roldana, una de las librerías míticas de Sevilla. ¿Hacia dónde tienen que evolucionar las librerías para evitar el cierre diario de tantas de ellas?
Vivimos en un momento de transformación general: las editoriales, la prensa… nada de lo que rodea al mundo de la creación se parece a algo que hayamos vivido antes. Y es cierto que el mundo del libro tiene unas ventajas económicas mínimas, lo que lo complica todo. Creo que la supervivencia de las librerías pasa por especializarse, por ser un punto de encuentro para conocerse en un sitio que no sea un bar. Las pequeñas librerías están funcionando bien, sobre todo en Madrid: en ellas encuentras complementos de lectura, artículos relacionados con la literatura, te puedes tomar un café, o un vino… Luego, claro está, dependerá de la capacidad empresarial de cada uno, porque en el libro, como en casi todo, no basta con la vocación.
Texto: Noelia Jiménez
Foto destacada: «Amanecer en Madrid», por mcxurxo vía Flickr