Por Aurora Lozano ¿Te apetece un buen vermut? Atento porque el buque insignia que el …
Cuando el frío arrecia, apetece una comida contundente junto a una chimenea. Y aunque parece una escena bucólica propia de pueblecitos perdidos en el mapa, existe un lugar a media hora de Madrid donde esta imagen onírica es real: se llama Normandie Ondarreta.
Normandie sorprende desde su exterior: al llegar se encuentra una casita de piedra que podría ser perfectamente un refugio cool en los Alpes suizos si no fuera porque está en la carretera de Burgos. Y se cruza el umbral y envuelve el olor a leña y el calor de la chimenea. Y la madera, rústica, acogedora. Y la decoración, con ese aire romántico y hogareño.
Y cuando llegas a la mesa comienza el festival del paladar con su comida vasca con toques franceses. Cinco ejemplos: ancas de rana, finas, suaves, deliciosas; canutillos de queso brie y sobrasada, un pecado para la báscula y un premio para el gusto; milhoja de foie, queso, salmón y manzana, sugerente, deleitosa:
Steak tartar de solomillo, elaborado en la mesa al gusto del comensal, lo que garantiza el punto exacto de condimento:
Y el espectáculo supremo: las crepes suzzete al Grand Marnier, elaboradas también en sala, con su orgía de llamas y vapores.
El precio medio a la carta es de unos 30 €, pero cuentan con un menú del día amplísimo, que incluye sus platos estrella, por 21 € con bebida, postre y café.
Resultan muy atractivos sus salones privados para pequeñas celebraciones o reuniones de empresa, pero para eventos a lo grande cuentan con dos espacios independientes, con jardines propios y capacidad de hasta 500 personas, muy demandados para bodas.
Por poner un pero: hay que ir con mil ojos para no pasarse la entrada (km 36 de la Carretera de Burgos, A1)… y señalizar con tiempo la salida de la vía. Pasado este trámite, solo queda disfrutar. Y mucho.
Ctra. de Burgos, km 36.4
El Molar-Madrid
Tel.: 918 410 053