Boxeo en Madrid: deporte completo y antiestrés

Dar leches está de moda. Primero, porque desestresa. Segundo, porque pone en forma. El boxeo en Madrid se ha convertido en un deporte más que trendy y en Fightland nos explican por qué.

Primero, una de antecedentes:

a) Las campañas ‘boxing’ de Chanel:

b) El estilismo boxeador de La Condesa que ya os contamos en este post:

c) El videoclip con (mucho) boxeo de Taylor Swift:

d) La campaña de lanzamiento de Rhythm Paradise Megamix de Nintendo:

Y dicho todo esto, al grano: ¿qué tiene el boxeo que nos gusta tanto? Primero, quema muchas calorías (hasta 900 kcal en una sesión de alta intensidad) y segundo, en su práctica, como explican desde Fightland, «intervienen todos los grupos musculares del cuerpo humano, con un intenso trabajo de resistencia, fuerza, velocidad y potencia, tanto en el tren inferior como en el superior, con especial incidencia en la zona abdominal. El desarrollo de la fuerza explosiva y las características intermitentes del ejercicio de alta intensidad  (tres minutos de trabajo con un minuto de descanso, replicando los tiempos de un combate de boxeo) son una combinación ideal para el fortalecimiento muscular y la pérdida de grasa«.

¿Quieres más ventajas? Mira:

Cada vez son más los gimnasios que ofrecen boxeo en Madrid, pero nosotros te recomendamos Fightland. Primero, porque los profes son boxeadores profesionales y muy, muy majos (los hemos conocido y podemos dar fe). Segundo, porque tienen dos centros en distintas zonas (Azca y Chamberí). Tercero, porque sus precios son súper competitivos: tienes clases sueltas desde 8 euros. Y cuarto, porque sus instalaciones molan todo (especialmente las de su nuevo centro en Azca, ¡todo un plató de cine!).

Nosotros presenciamos una clase colectiva y vimos de todo: más chicas que chicos, pero cada uno a su ritmo… y, eso sí, sin parar, con las camisetas empapadas y esa cara de «lo estoy dando todo y me mola» que se te pone cuando disfrutas del momento y te concentras en tu cuerpo y en tu mente. Solo por eso merece la pena probar.