Cuando el frío arrecia, apetece una comida contundente junto a una chimenea. Y aunque parece …
Pues sobre todo a potaje, a bacalao y a torrijas. Y es que aunque hay muchos otros platos que saben a tradición, estos tres son los reyes de esta época. Las cocinas de las casas se llenan de estos aromas tan típicos y las de los restaurantes también. Así que si te apetece un pedacito de Semana Santa en el plato, te traemos una selección de locales donde puedes dar rienda suelta a tu pasión potajera y torrijera… y además nos adentramos en la historia de estos platos, ¿nos acompañas?
Con sus espinacas, sus garbanzos y su bacalao, el potaje es el plato por excelencia de la Semana Santa. Durante el tiempo de Cuaresma y desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, los cristianos debían -según la tradición religiosa- apartar la carne de su dieta y optar por otras alternativas energéticas para su organismo. Hoy en día, siguiendo o no este hábito, se consume por todo el país. Se trataba en sus inicios de un plato típico de las zonas de interior, donde el bacalao en salazón era uno de los pocos pescados que llegaba en condiciones y que, además, estaba disponible en todas las épocas del año. Si se hizo más popular que otros pescados fue sobre todo debido a que salado duraba años y podía resistir largos viajes por tierra y mar. El huevo duro fue probablemente un añadido posterior, cuando se eliminó la prohibición de comer huevos y lácteos en estas fechas.
Podemos encontrar potajes de los de toda la vida en Los Galayos, La cocina de María Luisa o Ponzano, que lo ofrece con pellas (o pelotas) de bacalao, de lo más completo. Para los que estén buscando innovar, que a veces apetece, BACIRA. tiene unos Garbanzos con callos de bacalao y curry tailandés súper originales.
¿Y qué hay del segundo plato?
En Semana Santa hay mucho que hacer: el que no asiste a procesiones, se va de viaje o aprovecha para hacer apaños en casa… y hay que estar bien nutridos, así que aunque el potaje estaba pensado en su momento para ser plato único, no está completo sin un segundo de en el que el bacalao esté presente. Se trata de un pescado asequible, fácil de conservar, muy sabroso y muy nutritivo además de prestarse para una gran variedad de recetas. Se elabora de todas las formas posibles y es probable que en cada casa haya una manera propia de cocinarlo. Como ya hemos comentado, el bacalao es uno de los pescados que mejor aguanta la salazón gracias a su bajo porcentaje de grasa -apenas un 0,4%-, que le permite impregnarse mejor de este conservante natural.
Precisamente se puede encontrar en muchos restaurantes de la capital en estas fechas y de las más diversas formas. Por ejemplo en Los Galayos preparan Delicias de bacalao en tempura con cordón de salsa vizacaína y Lomo de bacalao al horno con ali-oli gratinado y pimientos del piquillo salteados. La Cocina de Maria Luisa, de la que también hablábamos antes, fiel a sus recetas de toda la vida, hace Bacalao con tomate, Albóndigas de bacalao y Bacalao gratinado con Cantarelus Cibarius y trufa.
Muy interesante es el Bacalao confitado, crema de coliflor, yema de huevo de corral de Matritum; y también son muy creativos la Pavía de bacalao y el Bacalao desmigado, naranja y aceituna negra, de La Malaje, un restaurante con sabor andaluz en Madrid.
Terminando por todo lo alto
Puede que hayas llegado a este punto de la comida tan lleno que lo que te pide el cuerpo es una siesta, pero aún te recomendamos que hagas un hueco para el postre, y no hay mejor y más azucarado final que una torrija. Empezando por las más clásicas de La Cocina de María Luisa, Ponzano, o Los Galayos, las mejores para impregnarse del auténtico sabor de la Semana Santa. También en Matritum se decantan por la receta de siempre y sirven una Torrija brioche con helado artesano de Alicante. En esta línea va también Casamontes, que tiene una Torrija flambeada en ron y helado de vainilla. Y para los más originales, La Malaje ofrece una Torrija abizcochada al Cream; Bacira la Torrija caramelizada con sopa de vainilla y lemon grass con helado de canela; Bowl Bar la Torrija thai, con pan de curry infusionada en leche de coco y lima kaffir con helado de coco; o Chigre, la Torrija brioche caramelizada con leche de coco y helado de violeta.
Hay donde elegir… ¿ya te has decidido?